Establecer un negocio conlleva una serie de preocupaciones que pueden ir desde lo más sencillo a lo más complejo. Estrategia de venta, planificación de plantilla, contacto con proveedores, distribución, llevar a cabo acciones de marketing,… independientemente de su tamaño, son muchas los aspectos a cuidar para lograr extraer la rentabilidad del proyecto empresarial. Uno de los que más conviene optimizar está en la factura de la luz.

Desde La Escuela de Negocios de la UEMC queremos ayudarte en tu camino hacia el éxito emprendedor y por ello hemos configurado esta breve guía con el fin de optimizar tu gasto energético eléctrico:

–¿Se te producen cortes muy a menudo? Si es así no puedes cambiar tu tarificación. Por el contrario si el ICP (Interruptor de Control de Potencia) no salta con frecuencia, significa que aún hay cierto margen y que se puede afinar en la contratación de energía disminuyéndola para ahorrar.

–¿Dispones de fuentes de entrada de luz natural? Ventanas, tragaluces,… el acceso a la luz solar no solo resulta más beneficiosa para la salud que la que proporciona la electricidad, sino que además, puede ayudar a la hora de ahorrar unos euros en la factura. Si la oficina es absolutamente interior tal vez deberías considerar hacer algún tipo de obra.

–¿Fomentas la responsabilidad lo suficiente? A menudo tenemos conectados aparatos que no utilizamos o realizamos acciones por mera rutina que de evitarse (dejar conectados cargadores, por ejemplo), podrían contribuir en la optimización del gasto. Uno de los grandes causantes del incremento del dinero a pagar en la factura de la luz es el aire acondicionado, donde hasta las variaciones mínimas de grados suben los precios (cada uno por encima de 20ºC representa una subida del 7%). La forma en la que percibimos la temperatura es subjetiva, pero se trata de remar todos en la misma dirección. Es el momento de implantar nuevos hábitos y de ser más responsables.

–¿Sigues con el sistema eléctrico que había antes? Es cierto, los tubos fluorescentes, las lámparas de bajo consumo o LED´s cuestan más que las bombillas tradicionales, pero la inversión termina amortizándose, pues consumen cerca de un 80% menos y duran hasta 10 veces más. Lo mismo sucede con las computadoras: el clásico monitor de los sobremesa requiere de más electricidad que los pórtatiles.

–¿Haces uso de regletas o de temporizadores? A pesar de que existen múltiples opciones para regular el apagado completo de los dispositivos, no son pocos los que todavía no hacen uso de ellos. Dejarlos enchufados a la corriente hace que sigan en “StandBy” y por tanto, continúen consumiendo electricidad.

–¿Has instalado baterías de condensadores? La energía reactiva es un tipo de energía provocada por una serie de equipos que no llega a considerarse aprovechable, pero que igualmente hay que pagar en factura. Mediante el uso de estas baterías se puede reducir o eliminar esta penalización en el consumo.

¿Estás ya aplicando alguno de estos consejos?, ¿echas en falta algún otro?… ¡Queremos saber tu opinión al respecto!