BOLSA…

ibex.pngSemana negra la vivida en los parqués nacionales. El IBEX 35 ha ido encadenando bajada tras bajada con pérdidas de hasta el 5,2%. El miércoles se vivió una auténtica jornada de infarto, pues el índice español llegó a ofrecer ligeros síntomas de mejoría escalando hasta los 9.900 puntos, para poco después descender hasta mínimos anuales intradía (9.654,80), una caída que no se recordaba desde diciembre de 2013, cuando se alcanzó el nivel más bajo. La prima de riesgo había llegado a los 166 puntos básicos, cifra récord desde mayo.

No obstante, hoy viernes se ha dado un respiro a los bolsistas, pues el IBEX 35 ha salido de mínimos y vuelve a rozar los 9.900 puntos, animado seguramente por los datos macro provenientes de Estados Unidos, dónde se ha asegurado que la Fed continuará comprando deuda, lo que ha supuesto un +0.01% en el S&P 500. Sin embargo, hay quién alerta de que esto debería considerarse como señal de alarma y no de mejoría. Entonces, ¿qué está pasando en la Bolsa?

Incertidumbre europea: Tres de los grandes motores de la zona euro (Alemania, Francia e Italia) han gripado, evidenciando síntomas de preocupación. Instituciones como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo no han ayudado tampoco mucho, moderando los ánimos alcistas al revisar a la baja las previsiones sobre el crecimiento económico de la Unión Europea. Y es que Alemania, más centrada en alcanzar el objetivo de déficit cero marcado por su presidenta Angela Merkel que de fomentar la inversión, (lo que le está reportando no pocas críticas) ha sido uno de los países que más severo correctivo han recibido (del 1,8 al 1,2%, y del 2% al 1,3%), y se prevé que pueda suceder lo mismo con Francia, cuyo PIB se ha quedado en 0,0% por segundo trimestre consecutivo. En Italia, cunde aún mayor pesimismo, pues el Producto Interior Bruto ha descendido un 0,2%, lo que ya supone una trayectoria de dos trimestres en negativo, llegando a confirmar el Gobierno italiano que el país se encuentra oficialmente en recesión. Además, la inflación interanual en la zona euro está en torno al 0,3% (dato de septiembre), es decir, en mínimos desde que estalló la crisis, todo ello a pesar de la promesa efectuada por el presidente del BCE Mario Draghi, de alcanzar la cifra objetivo del 2%. Esta suma de factores ha provocado que se haya propagado cierto temor al estancamiento en la recuperación de la UE, a la deflación y en consecuencia, una tercera recesión europea.

Situación española: El PIB lleva cuatro trimestres generando datos positivos, pero su ritmo de crecimiento es muy leve. La debilidad de su crecimiento la coloca en una situación de extrema delicadeza frente a los impactos y sacudidas que recibe la zona euro, pero, ¿cómo nos puede afectar esto?

Por ejemplo, en agosto se registró que las exportaciones de mercancías descendieron un 5,1, esto se debe a que entre nuestros principales socios comerciales se encuentra Alemania y Francia.

No solo las exportaciones son dependientes también lo es el sector turismo. España se beneficia de acoger a millones de turistas al año. De este volumen de visitantes los grupos más numerosos los forman británicos, franceses y alemanes. Aunque los porcentajes recogidos este año son positivos y muestran una subida de turistas franceses y alemanes ha aumentado, hubo un ligero descenso de crecimiento respecto al año pasado en el mes de julio. No es un dato significativo que determine porque como hemos dicho el resto son positivos y denotan crecimiento. Sin embargo, el virus del ébola no ayuda a patrocinar la marca España y es otro de los factores a tener en cuenta. La patronal turística de Exceltur ya ha asegurado que por ahora el ébola no ha afectado a la demanda turística.

Otro de los grandes índices que rigen y afectan a la economía es el de la confianza. La confianza de los consumidores españoles aumentó en septiembre como consecuencia de la mejora de expectativas y se situó a niveles que no se registraban desde 2007. Los malos datos y cifras recibidas desde Estados Unidos y Europa junto con el problema del ébola pueden afectar seriamente a los índices de confianza y generar repercusiones negativas en la economía.

Habrá que tener paciencia y esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Sin embargo, no todas las noticias son malas. La esperanza de un aplazamiento por parte de la FED de la fecha de fin de los estímulos que tenía prevista y la confianza en una ampliación en los programas de compra de deuda del Banco Central Europeo hacen que los mercados moderen su desconfianza.

En España tampoco son todas las perspectivas negativas. Las previsiones del mercado mejoraron cuando el Gobierno presentó en septiembre los Presupuestos Generales del Estado. Se prevé que se produzca un crecimiento del 1,3% este año y un 2% en 2015. Habrá que cruzar los dedos y ver si las turbulencias y las jornadas de infarto en la Bolsa no afectan a estas previsiones.

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