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Financiación No Bancaria: Crowdlending, Equity Crowdfunding y Business Angels

¿Sabías que existen fórmulas de financiación no bancaria o alternativas complementarias a la tradicional bancaria, que reducen su dependencia y además resultan muy competitivas en términos de costes y agilidad operativa?

Financiación no bancaria

En España, la financiación de las startups y empresas en general siempre ha sido un elemento crítico de la gestión empresarial, este fenómeno es especialmente cierto en el caso de las pequeñas y medianas empresas que son la inmensa mayoría del tejido empresarial español.

La demanda de este tipo de financiación por parte de las empresas españolas no queda cubierta en su totalidad con los créditos de bancos y cajas, entre otros motivos, porque la banca no se acerca a todas las empresas ni puede financiar todas las necesidades que demandan los clientes. Es aquí donde la financiación no bancaria sí cubre estas necesidades, ya que complementa la financiación que ofrece la banca tradicional.

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Ante un futuro incierto, para muchos emprendedores las fuentes de financiación no bancaria no son una opción, sino una garantía de supervivencia. Una compañía no sabe cuándo va a necesitar liquidez y tampoco tiene la seguridad de que la banca se la facilitará en ese momento.

Por este motivo, hemos entrevistado a Fernando Moroy, docente del Máster Oficial en Dirección y Planificación Financiera en la Escuela de Negocios de la UEMC y presidente de la Red de Business Angels Keiretsu de San Francisco, que nos ha explicado, entre otras cosas, por qué surge en España la financiación no bancaria.

Según Moroy, “la empresa española ha presentado un nivel de insuficiencia de capitalización caracterizada por dos ratios financieros muy descriptivos” como son:

El ratio de recursos propios sobre recursos totales de su pasivo.

La deuda financiera neta sobre EBITDA (earnings before interests taxes depreciation and amortization o en castellano sería  “Beneficio Bruto de Explotación”: Ventas menos el Coste de las Ventas y menos los Gastos de Explotación). Además, dicha deuda ha sido mayoritariamente de corto plazo y las empresas han tenido importantes dificultades para financiarse en plazos largos con lo que esto implica en cuanto el servicio de la deuda.

Por otra parte, con la llegada de la crisis financiera, Fernando Moroy destaca que “las entidades bancarias españolas atravesaron por importantes problemas de liquidez que las obligó a ser muy restrictivas con la renovación y concesión de nueva financiación a las empresas con el correspondiente deterioro de su reputación corporativa”.

Financiación no bancaria

Denegaciones de las operaciones de renovación de crédito y “prestamizaciones” de líneas de crédito por parte de las entidades bancarias tradicionales, que “supusieron una importante restricción de la financiación de las empresas en los años más intensos de la crisis antes de la importante relajación monetaria abordada por el Banco Central Europeo”.

En el caso de las startups y derivado de su alto componente de riesgo en los primeros años de existencia, éstas “nunca han sido objeto de interés de financiación por parte de las entidades bancarias privadas”.

Esto ha configurado un panorama en el tejido empresarial español, principalmente en las pequeñas y medianas empresas, en el cual la financiación de sus pasivos era mayoritariamente bancaria y de corto plazo. Las grandes empresas han incorporado a su pasivo la financiación de mercados mayoristas a través de emisiones de bonos u otros títulos.

Regularización del sector de la financiación no bancaria

A raíz de la crisis financiera, las autoridades europeas, además de poner en marcha procesos de rescate de la banca en cada país y la subsiguiente política monetaria extraordinariamente flexible impulsada por Mario Draghi, entienden que “los países europeos deben desarrollar los mecanismos legales y financieros para que las empresas puedan tener acceso a fuentes de financiación complementarias a las puramente bancarias”, matiza Fernando Moroy.

De esta manera en España se desarrolla la Ley 5/2015 de 27 de abril de Fomento de la Financiación Empresarial. En el Título V de dicha ley se desarrolla por primera vez en España toda la normativa de las plataformas de crowdlending y equity crowdfunding.

Todo este proceso administrativo y de autorización de las mismas se encomendó en España a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) que se encarga de la verificación y autorización de dichas plataformas, en español PFP (plataformas de financiación participativa). Según Fernando Moroy, se trata de entidades jurídicas societarias normales, sociedades limitadas y/o anónimas, pero que además cumplen una serie de requisitos que les impone la ley y que les confiere el “apellido de PFP”.

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Estas entidades de crowdlending y equity crowdfunding son un grupo importante, no el único, de las que denominamos de forma genérica “entidades FinTech” agrupadas alrededor de la Asociación Española de FinTech e InsurTech (www.asociaciofintech.es).

Según Manuel Escourido,  docente también del Máster Oficial en Dirección y Planificación Financierade UEMC Business School, esta regulación “aporta orden y legitimidad al sector, dado que como empresas financieras que son, tiene que existir un marco de trabajo regulatorio para que puedan funcionar”. Dicho esto, para Escourido, “la regulación sobre las actividades «crowd» en general deja mucho que desear y es necesario una revisión en profundidad para que pueda desarrollarse de forma óptima”.

Plataforma de crowdlending

Una entidad de crowdlending es una plataforma, al modelo de marketplace, que pone en contacto a empresas que desean financiación con inversores (particulares o empresas) que aportan dicho dinero de la financiación. La plataforma selecciona las empresas y operaciones a financiar, otorga un determinado “rating de crédito” de la operación/empresa, canaliza la búsqueda de los inversores que van a financiar la operación y finalmente la instrumenta desde el punto de vista jurídico. También hay plataformas de financiación crowdlending cuyo cliente target de financiación con particulares en lugar de empresas.

En fintech, todo lo que ponga «crowd» delante, son plataformas tipo marketplace donde aparecen oferentes y demandantes de algo. En este caso, la diferencia entre una plataforma de «crowdlending» y una de «crowdfunding», según Escourido, es que en la primera la plataforma pone en relación a oferentes y demandantes de crédito (ejemplo Lendix) y en la segunda, la plataforma pone en relación a empresas con:

  1. Gente que quiere pre-comprar sus productos para financiar su producción (ejemplo clásico «kickstarter»)
  2. Gente que quiera financiar proyectos empresariales a través de su participación en el Capital de esas compañías, ejemplo sencillo «crowdcube».

En la actualidad las operaciones que en general se están financiando en las plataformas de crowdlending son operaciones de circulante (cortos plazo, hasta 18 meses máximo) de empresas con un buen historial de riesgo y con una actividad mínima en el negocio de unos tres años.

Ambos, empresa e inversores tienen ventajas en este nuevo modelo de financiación. De un lado, “la empresa diversifica sus fuentes de financiación, no son sólo bancarias, y de otro lado el inversor accede a una nueva forma de rentabilizar su dinero pensando que estamos en un entorno monetario de tipos próximos al cero por ciento y que los activos de inversión que le recomienda su gestor de banca privada tienen rentabilidades muy bajas para riesgos sumidos moderados”, argumenta Moroy.

Financiación no bancaria

La empresa recibe el importe de la financiación requerida y el inversor recibe el principal y los intereses pactados en dicha operación (hoy en día una financiación en el entorno de los 12 meses para perfiles de riesgo medio puede estar en el entorno del 7-7,5% de tipo de interés). El periodo que la empresa está expuesta en la plataforma en la búsqueda de la financiación puede estar en el entorno de un mes aproximadamente.

Debe quedar claro, señala Fernando Moroy, que la plataforma hace de puro “intermediario” y que “el inversor está corriendo de forma directa el riesgo de impago por parte de la empresa”, (es verdad que las plataformas tienen su propio sistema de análisis de riesgos y lógicamente están seleccionado operaciones y empresas de un buen perfil de riesgo).

En España existen entidades de crowdlending muy activas, como por ejemplo, Growly, lendix, MytripleA, Finanzarel, Arboribus, etc, asociadas en la Asociación de Crowdlending Española (www.acle.es).

Una entidad de equity crowdfunding es una plataforma semejante pero en este caso las empresas que buscan financiación son startups y a cambio de la financiación que buscan están dispuestas a ceder un porcentaje del capital (equity) de la misma que pasa a manos de los inversores.

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El proceso de financiación de una startup suele ser un proceso “ordenado”: comienza con la aportación de fondos propios del entorno de los socios fundadores más tal vez familiares y amigos, suele continuar con alguna operación de deuda de institución pública como por ejemplo ENISA y para la siguiente fase se plantea acudir a la financiación de un Business Angel y/o de una plataforma de equity crowdfunding.

Plataformas de crowdfunding y crowdequity

A través del crowdfunding un particular o una empresa pueden realizar una donación, aportando una determinada cantidad de dinero a un proyecto en el que esté interesado. A cambio, este inversor recibe diferentes beneficios, generalmente en especie, con los que el propulsor de la idea le agradece su aportación. Esta forma de financiación se basa en aportaciones de varios inversores diferentes que donan pequeñas cantidades de dinero.

Por su parte, el crowdequity es una fórmula de financiación a través de la cual una empresa puede buscar financiación para su negocio en particulares o inversores profesionales a través de plataformas especializadas. A cambio de invertir su dinero, la persona que ha invertido participa en el capital de la empresa directamente, en lugar de recibir un agradecimiento en especie, como en el caso del crowdfunding.

La plataforma de equity crowdfunding se encarga de la selección y hace una valoración de la startup además de aglutinar un adecuado número de inversores que pudieran invertir en la startup. Ya hemos comentado que no ha existido en España una adecuada financiación de startups en fases muy tempranas y éstas plataformas “están suponiendo una vía alternativa para su financiación”, explica Moroy.

El inversor recibe por su inversión la parte alícuota que le corresponde de participaciones o de acciones si la startup es una sociedad limitada o una sociedad anónima respectivamente.

Hay también es España muy buenas plataformas de equity crowdfunding como Fellow Funders, Crowdcube, Bolsa Social, Socios Inversores, Startupxplore, etc.

Las plataformas de equitycrowdfunding suelen cobrar entre un 5% y un 6% de la financiación que logran “levantar” de los inversores para la startup.

Manuel Escourido  nos ha explicado cuáles son las principales diferencias entre una plataforma de crowdlending, un equity crowdfunding y un business angel.

En fintech, todo lo que ponga «crowd» delante, son plataformas tipo marketplace donde aparecen oferentes y demandantes de algo. En este caso, la diferencia entre una plataforma de «crowdlending» y una de «crowdfunding» es que en la primera la plataforma pone en relación a oferentes y demandantes de crédito (ejemplo Lendix).  

En la segunda, la plataforma pone en relación a empresas con:

  • Gente que quiere pre-comprar sus productos para financiar su producción (ejemplo clásico «kickstarter»)
  • Gente que quiera financiar proyectos empresariales a través de su participación en el Capital de esas compañías, ejemplo sencillo «crowdcube».

Business Angels

Los Business Angels son particulares (persona física o jurídica) que aportan experiencia, contactos o dinero a nuevos proyectos o ideas de negocio que les resultan atractivos, tienen rentabilidad y una gran capacidad de crecimiento en un plazo medio. Por eso es fundamental hacer un buen plan de financiación porque esto es lo que permite conseguir inversores.

Financiación no bancaria

Son inversores que invierten en startups en un proceso muy inicial de la compañía. De hecho, según Escourido suele decirse que “cuando se funda una startup primero invierten family, friends & fools y justo después, los business angels”.

Por lo tanto, los Business Angels serían la fase de capital semilla más temprana que invierte en un proyecto empresarial. De hecho, por acabar de completar, muchas plataformas de «crowdfunding» tipo equity, exigen que las compañías que van a poner en su plataforma tengan ya un inversor de referencia (un business angel), ya que éste suele aportar, además del capital, mentorización al equipo del proyecto, contactos, apoyos como consejero, etc…

Estos inversores financian a las empresas con fondos propios pero se les devolverá el capital más intereses (10 veces lo invertido) en un periodo de cinco años. En estos momentos, la tasa efectiva interna de retorno de la cartera de clientes de éxito de un business angels se encuentra entre el 20 y 30%.

Estas son las características que tiene que tener una empresa para acceder a la financiación de un Business Angel:

  • Plan de negocio sólido. Hay que demostrar al inversor que el proyecto es viable, rentable, interesante y que tiene muchas posibilidades de crecimiento.
  • Capital que tienen que financiar. Los inversores usan sus propios fondos para financiar el negocio, por lo que necesitan tener muy claro cuál es el capital necesario, este suele ser uno de los problemas para emprender un negocio.
  • Falta de experiencia. Normalmente las empresas que piden esta financiación no tienen experiencia por lo que el business angel como es un profesional en el sector, le ayudará a largo plazo mediante la gestión de la empresa.

La principal aportación de los Business Angels es la financiación pero también es fundamental el valor añadido que aportará una empresa porque son grandes empresarios que tienen mucho prestigio en su sector por lo que es necesario solidez y credibilidad por parte de los emprendedores.

Si te apasiona el tema de la financiación no bancaria y todo lo relacionado con las inversiones, en nuestro Máster Oficial Online en Dirección y Planificación Financiera, aprenderás a analizar la salud financiera de cualquier empresa, a gestionar su liquidez y a saber cómo lograr financiación bancaria que cubra las necesidades de la empresa a corto y largo plazo. ¡No lo dudes e infórmate!

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