¿Alguna vez has recibido sugerencias de Amazon? ¿O Google te ha ofrecido billetes a París tras realizar una búsqueda? Puede incluso que, al intentar reproducir un vídeo, se haya abierto una nueva pestaña invitándote a comprar determinado antivirus. ¿Por qué? La respuesta se encuentra en la alianza entre publicidad y tecnología.

Desde la llegada de internet y las redes sociales la mayor parte de la inversión publicitaria se ha volcado en los anuncios online. Pop ups, adwalls, cookies, paywalls, beacons, etc., toda estrategia es buena para conseguir más clientes, más compras y más conversiones. Pero ¿sabemos cómo funcionan?

–Beacons: Es lo último en publicidad. Se trata de pequeños dispositivos que lanzan una señal de onda corta a través de Bluetooth. Tienen un alcance de cincuenta metros y, a diferencia del GPS, funcionan dentro de los edificios. Su función es la de definir una localización en el espacio en base a la señal emitida por el beacon. Si tenemos la aplicación rastreadora instalada y el bluetooth activado recibiremos dicha señal. Macy´s ya utiliza esta tecnología en Nueva York para enviar ofertas a los clientes dentro de la propia tienda. Entre las ventajas de esta tecnología está, el bajo consumo y eficiencia, la independencia de la red de datos y la geolocalización indoor. Sin embargo, precisa de tener instalada la aplicación, activar el bluetooth y la configuración de la señal por parte de terceros.

–Tecnología NFC: Proviene del inglés Near Field Communication, y hace referencia a la cercanía que requiere para establecer la conexión entre dispositivos. Es uno de los métodos más utilizados en la solución de pagos. Se basa en la interacción de campos electromagnéticos de radio y utiliza un ancho de banda de 13,56 Mhz. Sólo funciona a una distancia máxima de veinte centímetros por lo que garantiza la seguridad de las transacciones e intercambio de datos ya que dificulta la interferencia de un tercer dispositivo.

–Códigos QR: Ya llevan presentes en el mercado varios años. Los códigos Quick Response utilizan barras y dibujos bidimensionales no legibles por el ojo humano pero si por aparatos que cuenten con lectores. Su escaneo permite un rápido acceso a determinados sitios web. Su mayor aplicación se ha producido en el campo del ecommerce y como complemento de la prensa escrita. Sin embargo, aún generan cierta desconfianza pues son fácilmente falsificables y pueden redirigir a páginas con contenido malicioso.

–Pop up: Son aquellos anuncios que se abren en un cuadro o ventana aparte y sobresale del resto del contenido de la página. El pop up se genera en otra ventana si que el visitante lo solicite, y el pop in lo hace en la misma página. A pesar de que son despreciados por la mayoría de internautas por su carácter invasivo y carencia de interés, han demostrado aumentar el índice de conversiones.

–Ad wall y Pay wall: Son aquellos anuncios que impiden continuar la navegación en la página. Los primeros únicamente tienen carácter informativo y comercial, permitiendo que el usuario los cierre o cancele con un click. En cambio, los segundos impiden que el internauta prosiga navegando por el sitio sin suscripción. Son los más utilizados por los medios de comunicación y prensa, pues buscan que los usuarios paguen por el acceso a contenidos de calidad.

–Cookies: Es la información que almacena el navegador en función de los datos proporcionados por el usuario. Las cookies recuerdan quiénes somos y qué queremos. Dicha información, otorgada voluntariamente por el internauta, se guarda de manera temporal. El Big Data, Google, Amazon y el resto de ecommerce usan las cookies para enviarnos ofertas y mejorar nuestra experiencia de navegación y compra.

Gracias a los smartphones y las tablets, este tipo de publicidad y estrategias de marketing están en su momento de máxima expansión y desarrollo. Lo analógico y lo digital se unen para que el consumidor alcance una mejor experiencia de compra.