El coworking está de moda. Se abren espacios aquí y allá, unas veces en oficinas reducidas, otras, se aprovechan grandes edificios abandonados. Poco a poco, han pasado a formar parte del tejido productivo de las ciudades, al margen de las grandes corporaciones ¿Gran oportunidad o mera fantasía geek? Repasamos sus principales claves.

¿Qué es?

Básicamente, se trata de una nueva modalidad de trabajo, basada en el espíritu colaborativo. En la actualidad, son muchos las disciplinas laborales que requieren de Internet y programas informáticos para realizar su ejercicio diario. Estos profesionales, nacidos al amparo de las nuevas tecnologías, tan sólo necesitan de un smartphone, un pórtatil y una buena conexión wifi para el desarrollo de su actividad. Son programadores, redactores, diseñadores, social media managers…Si todos ellos pudieran reunirse en un solo lugar, ¿qué podría ocurrir? Efectivamente: nuevos proyectos asociativos, oportunidades laborales, ofertas de empleo, ideas innovadoras…

¿Por qué ahora?

El concepto comenzó a extenderse en 2005 cuando Brad Neuberg creó Hat Factory en San Francisco. El mismo Neuberg crearía más tarde el “Citizen Space”, hoy considerado auténtico templo del saber coworker. Sin embargo hay muchos más: sólo en Europa existen 1660 espacios destinados al co-trabajo, 500 de los cuáles son españoles (España está entre los primeros puestos del mundo).

El coworking es un fenómeno asociado a Internet y al emprendimiento autónomo, factores ambos en notorio auge. El propio Neuberg dejó la empresa en la que trabajaba para poder dedicarse a lo que realmente le interesaba. El autónomo es, en esencia, el trabajador del futuro: sin horarios, con máxima flexibilidad y auto-gestionado. Se prevé que la empresa del mañana no pertenezca a ningún lugar físico y que el teletrabajo sea el método laboral estándar. Un primer paso en este sentido es el coworking.

El número de autónomos crece en España hasta seis veces más rápido que en el conjunto de la Unión Europea y se está intentando mejorar la infraestructura en telecomunicaciones. Tal vez eso explique mejor que nada la moda del coworking que vivimos en nuestro país. Además, no hay que olvidar el impacto de la crisis, que ha obligado a muchos a intentar ganarse el pan con el único recurso de su propio talento y fuerza de voluntad.

¿Merece la pena?

Este tipo de espacios van destinados mayoritariamente a trabajadores freelance y Pymes cuyo volumen de negocio se centra en Internet. A menudo, este tipo de profesionales se encuentran aislados e incapaces para afrontar las dificultades que entraña el emprendimiento. Es ahí donde entra el co-trabajo: estas comunidades colaborativas pueden ayudar compartiendo experiencias y proponiendo nuevos retos.

Si aún te quedan dudas de cómo dar ese primer paso, te dejamos esta página web, que dispone de un completo directorio de espacios coworking en España.