Introducirse en el mercado laboral es uno de los procesos más complejos y emocionales de la trayectoria de todo profesional. Las prácticas en empresa te permitirán desarrollar tus habilidades y aplicar los conocimientos aprendidos. Y al mismo tiempo, ganar la experiencia necesaria para construir tu camino laboral. ¿Empezamos a trabajar?

Características del contrato de prácticas

La pasada situación económica y laboral ha dificultado a muchas personas el acceso a puestos de trabajo. Jóvenes y profesionales cercanos a la jubilación han sido los más afectados. Un factor determinante en la empleabilidad de un candidato es la experiencia previa. Para aquellos recién egresados, las prácticas laborales en empresa se presenta como una gran opción para dar los primeros pasos en sus respectivos sectores.

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Pero, ¿en qué consiste un contrato de prácticas? ¿Qué tipo de prácticas existen? Son preguntas frecuentes cuando uno presenta su CV a una oferta de este tipo. En este caso, nos centraremos en las prácticas laborales, recogidas en el Estatuto de los Trabajadores. Se establece una relación laboral entre la empresa y el trabajador en prácticas mediante un contrato de trabajo. Existen dos tipos fundamentales de prácticas laborales:

Contrato en prácticas

El objetivo es obtener la práctica profesional adecuada para tu formación y educación. No existe límite de edad para su firma, pero debe realizarse en los cinco años posteriores a la finalización de los estudios. El trabajador debe poseer un título universitario, de formación profesional de grado medio o superior, o un certificado de profesionalidad. La duración de estos contratos oscila entre seis meses y dos años, aunque quedan regulados bajo el convenio colectivo que corresponda. En este caso, la remuneración nunca podrá ser inferior al 60%, el primer año, ni al 75% el segundo, a la equivalente para un profesional en el mismo puesto de trabajo.

Para más información, acude a la página oficial de SEPE.

Contrato para la formación y el aprendizaje

Permiten adquirir la práctica y experiencia necesarias para desempeñar las funciones de un puesto de trabajo. Están enfocados a personas entre 16 y 25 años que no poseen la cualificación profesional necesarias para formalizar un contrato de prácticas. En función de la tasa de paro del país, también se puede extender a personas de hasta 30 años. La duración de estos contratos es de uno a tres años. Es indispensable que el empleado disponga de tiempo dentro de su jornada laboral para destinarlo a su formación. Dicha formación será impartida por la empresa o centros reconocidos. La remuneración o ayuda económica queda reconocida en el convenio colectivo correspondiente, pero nunca será inferior al SMI proporcional al tiempo trabajado.

La formalización de estos contratos deberá seguir el modelo habitual. Incluirá: el nombre de la empresa y el trabajador, duración, horario, salario bruto, deducciones y cuotas sociales y salario neto. Al empleado en prácticas se le asignará un tutor encargado de su seguimiento. Generalmente se trata de otro trabajador de la empresa, que guíe el proceso.

Antes de firmar el contrato, asegúrate de tener claras las tareas que llevarás a cabo y las funciones que se te asignarán, para asegurarte que estén relacionadas con tu formación o el área profesional en el que te quieres desarrollar. Al término de las prácticas, la empresa deberá emitir un certificado donde consten las horas trabajadas, las tareas y el puesto desempeñado.

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¿Por qué hacer prácticas en empresa?

Realizar prácticas en empresa es una experiencia no solo profesional, sino también individual. Podrás aplicar los conocimientos adquiridos durante tu formación y educación, y adquirirás habilidades y aptitudes prácticas, que no se encuentran en los libros ni materiales de estudio. Compaginar el estudio y el trabajo supondrá un esfuerzo que, sin duda, tendrá recompensa de las siguientes formas:

• Te introducirás en el mercado laboral, donde consolidarás y pondrás en práctica tus conocimientos.
• Conocerás de primera mano el funcionamiento, idiosincrasia y la cultura empresarial, al trabajar en un ecosistema real.
• Adquirirás nuevas competencias al resolver problemas y situaciones del día a día de un puesto de trabajo.
• Ampliarás tu red de contactos profesionales y harás networking.
• Desarrollarás habilidades muy demandadas como el trabajo en equipo, la autonomía o la orientación a resultados.
• En función de tu desempeño, podrás optar a un contrato de trabajo más adelante.

Realizar prácticas en empresas es una experiencia enriquecedora y constructiva. Pero hay que tener criterio a la hora de elegirlas. En primer lugar, prepara un buen CV y una carta de presentación que se ajusten adecuadamente a tu perfil y al puesto que solicites. Inscríbete en portales digitales de búsqueda de empleo y prácticas y actualiza tus perfiles y cuentas en redes sociales, especialmente las profesionales. Si tu plan es conseguir un contrato de trabajo posterior, considera las ofertas con posibilidad de incorporación a la plantilla.

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Las habilidades más demandadas por las empresas en ofertas de prácticas

Las prácticas en empresa es una experiencia cercana a la realidad empresarial. Y eso comienza también por el proceso de selección. Al igual que para un puesto de trabajo habitual, las empresas demandan una serie de habilidades concretas. Contar con dichas aptitudes y destacar tu perfil por encima del resto de candidatos, te ayudará a estar un paso más cerca del futuro empleo.

Según el estudio Top Skills 2016, realizado por LinkedIn, estas son las 10 habilidades más demandadas  a nivel global por los reclutadores y empleadores entre los candidatos:

• Cloud computing.
• Análisis estadístico y recopilación de datos.
• Arquitectura y desarrollo web
• Middelware y software de integración.
• Diseño de interfaz de usuario.
• Seguridad de la información.
• Diseño y desarrollo de ecosistemas mobile.
• Presentación de datos.
• Marketing SEO/SEM
• Gestión de sistemas de almacenamiento.

Esos son conocimientos concretos. Pero el talento requiere también habilidades sociales y personales. La capacidad de trabajo en equipo, autonomía y comunicación eficaz, encabezan la lista de requisitos imprescindibles de todo buen profesional. Seguido por la orientación al cliente y a la obtención de resultados. También destaca la iniciativa, creatividad y el afán por aprender y continuar formándote. Si cuentas con todo esto, las posibilidades de firmar un contrato de prácticas aumentan.

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Bolsa de Empleo UEMC Business School

En múltiples ocasiones, los recién graduados o licenciados encuentran dificultades en encontrar prácticas en empresa. Esto se debe a que muchas ofertas precisan firmar un convenio con una institución educativa. Ante esto, estudiar un curso online puede ser la solución.

La Escuela de Negocios de la UEMC ofrece formación online de especialización, másteres y posgrados. Al matricularte en ellos, no solo aumentarán tus posibilidades de trabajar en prácticas, sino que continuarás tu educación y te mantendrás actualizado. Las formaciones de UEMC Business School se imparten desde una metodología práctica, aplicable y cercana a la realidad empresarial. Además, la modalidad online te permitirá compaginar tus estudios con tu vida laboral y personal.

UEMC Business School cuenta con una amplia y diversa bolsa de empleo y prácticas. La escuela ha gestionado ya más de 1.500 ofertas y cuenta con más de 300 convenios firmados con compañías punteras de distintos sectores. BBVA, Loewe, Motorola España, Roche Farma, Securitas o Yahoo! Iberia son solo algunas de las compañías en las que podrás empezar a desarrollar tu carrera.

Gracias a la bolsa de empleo y prácticas de UEMC Business School ganarás experiencia en gran variedad de puestos de trabajo en áreas como contabilidad y finanzas, recursos humanos, marketing y ventas, administración y dirección de empresas o marketing digital.

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