El avance del liderazgo femenino ya es real, ¿y en el sector legal?
Poco a poco, el liderazgo femenino va avanzando. Tras años de parálisis, el número de mujeres directivas en nuestro país está volviendo a coger impulso, aunque no en todos los sectores por igual. Las compañías españolas, ya sean cotizadas, grandes, medianas y pequeñas, concentran en estos momentos, un 34% de mujeres directivas, que desarrollan su labor en puestos de alta relevancia jerárquica.
Estamos ante el mejor dato de los últimos cinco años. La positiva inflexión mejora todavía más si se atiende al número de empresas españolas que ya tienen al menos a una mujer al mando. Según los principales resultados del último informe “Women In Business: Hacia un avance real” realizado por Grant Thornton, un flamante 87% de las compañías ya tienen a una mujer como directiva.
Una cifra que en 2012 se reducía hasta el 67%, lo que refuerza todavía más los resultados de este informe y hace pensar que los empresarios españoles han vuelto a interiorizar la importancia de dar pasos positivos a la hora de formar plantillas directivas diversas.
Pero en el sector legal los datos no son tan positivos. Es cierto que año tras año van creciendo las cifras, pero siguen creciendo demasiado lento y en una proporción muy pequeña.
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En España ejercen la abogacía 65.965 mujeres: son el 44% de los 150.327 colegiados que desempeñan la profesión, según datos del Colegio General de Abogados. Madrid, Cataluña y Andalucía son las comunidades con más letradas. Solo en la capital, donde se concentra la mayor parte de los grandes despachos e instituciones, ejercen 19.769 abogadas, seguida de Cataluña, con 10.921, y Andalucía, con 9.451.
Según el informe elaborado por la Asociación Women in a Legal World, en un recuento de los socios directores de los principales despachos de abogados de España, 91 son hombres (94,7%) y tan solo hay cinco mujeres (5,3%).
Con respecto al mundo institucional, los Colegios de Abogados, aunque cuentan con un número de letrados y letradas muy similar, 130.329 (51,7%) y 121.505 (48,3%), respectivamente, los decanos elegidos, representan el 85,6% (71), en el caso de los hombres, y tan solo el 14,4% (12), son mujeres.
En el caso de los procuradores, el desequilibrio en los decanatos colegiales es también significativo, porque aunque ejercen más mujeres, 6.623 (66,9%), que hombres, 3.265 (33,1%), el número de decanos asciende a 39 (58,2%), frente a 28 decanas (41,8%).
Los órganos de Gobierno de la carrera judicial están compuestos por 588 hombres (61,6%) y 366 mujeres (38,4%), que de los doce magistrados del Tribunal Constitucional, diez son hombres (88%) y dos mujeres (12%), y en el Supremo, del total de 77, 61 son hombres (79,2%) y 16 mujeres (20,8%).
Con respecto a la carrera Fiscal, el informe destaca que aunque el 65% de los fiscales son mujeres (1.659) frente a un 35% de hombres (894), los directivos que hay en el Ministerio Fiscal suponen un 62% de hombres (74), frente a un 38%de mujeres (45).
En cuanto a las mujeres rectoras de universidades, las cifras también dejan mucho que desear. En las universidades públicas tenemos 9 mujeres y 41 hombres y en las privadas, contamos con 9 mujeres también y 15 hombres.
El liderazgo femenino, según Jessica Bayón, docente del Máster Oficial en Dirección y Gestión de Personas de UEMC Business School, “se caracteriza por la eficacia y eficiencia en crear equipos de trabajo altamente eficientes, y por su capacidad para tomar decisiones en momentos de crisis o contingencias”. Es por ello, que “para todas las organizaciones debería ser una prioridad de elevado nivel poder desarrollar, capacitar y dar la oportunidad a una mujer que desempeñe y desarrolle altos mandos”, destaca la docente.
El liderazgo femenino responde a un estilo más persuasivo. “Debemos considerar aquellos aspectos que las hacen exclusivas y por eso maravillosas, como su trato más personal, características más sociables y su especial empeño en la cooperación y colaboración en las relaciones inter e intragrupales, señala la docente.
¿De qué forma? Con una especial y acertada diligencia en su comunicación interpersonal, la búsqueda del consenso y la triple ganancia WIN-WIN-WIN. Es fundamental considerar estas destrezas que son innatas, únicas, especialmente delicadas con el reconocimiento, esfuerzo conjunto, mejora del sentimiento de pertenencia que, sin duda, se refleja en los resultados organizacionales.
Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, “hace imperante, potente y necesario la integración del liderazgo femenino conjuntamente con el masculino, señala Jessica Bayón. Combinar las destrezas, habilidades, actitudes más excepcionales y extraordinarias de cada género, “permitirá lograr una mayor eficacia y un potencial más fuerte de las directivas empresariales”. Estas declaraciones están estudiadas científicamente a través de datos proporcionados por personas dirigidas por mujeres u hombres. Combinar lo diferente, lo complementario, permitirá potenciar los resultados.
Numerosos estudios han demostrado que equipos directivos que no están formados exclusivamente por hombres ayudan a la rentabilidad empresarial. Contar además con Planes de Igualdad y con políticas que formalicen la visión diversa ayuda a catapultar a más mujeres directivas.
Muchas compañías están impulsando el liderazgo femenino, a través de un impulso decidido por la diversidad de género en sus plantillas, que ya les está reportando beneficios empresariales, reputacionales y emocionales, tan importantes en un entorno digital impredecible, donde pocas cosas permanecen, pero las que son de verdad y se desarrollan con convicción son capaces de aunar voluntades y capacidades.
Las empresas tienen una gran responsabilidad y, a la vez, una gran oportunidad de poder recoger los frutos de un adecuado liderazgo organizacional. Para que una empresa quiera optar por mejorar y tener habilidades personales y profesionales multidisciplinares y transversales, “debe comenzar con una adecuada actitud y sensibilización al cambio, salir de la zona de confort y planificar los cambios que se ejecutarán a corto, medio y largo plazo”, destaca la docente de UEMC Business School.
¿Qué pueden hacer las empresas para apostar por el liderazgo femenino?
Jessica Bayón propone reestructurar la misma presencia femenina y masculina en todas las escalas de dirección, que se cumplan con los planes de igualdad, no tener miedo a los cambios…
“Hay que ser valiente para ganar, y para eso, las personas deben ser conscientes que el liderazgo femenino está muy presente, empoderado y que ha venido para quedarse”, destaca la docente de UEMC Business School.
Pero poco a poco las empresas van haciendo los deberes. Estos días hemos visto cómo las mujeres van ocupando posiciones en los consejos de administración de las empresas del Ibex 35.
Por primera vez, gracias a los nombramientos aprobados para este año, las mujeres ya suponen más del 30% del total de consejeros de las empresas del Ibex en su conjunto. Este era el listón que se fijó en el año 2015 como objetivo para el 2020 en una recomendación del Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Así, podemos confirmar que de los 457 miembros que ocupan una butaca en los consejos del selectivo, 139 son mujeres. El porcentaje, por lo tanto, es del 30,4%, frente al 27,6% del pasado año y el 24% del 2018.
El avance real, por lo tanto, es posible, y así lo defiende Marlen Estévez con su Asociación Women in a Legal Word, una entidad sin ánimo de lucro formada por profesionales del sector legal con capacidad de influencia, cuyo principal objetivo es aunar fuerzas.
Estévez ejerce la profesión en el despacho Roca Junyent, del que es socia y directora del Departamento de Arbitraje, así como secretaria de la sección de Derecho Iberoamericano. Cuenta con una dilatada experiencia en la resolución de disputas.
Pero, ¿cómo nace esta asociación? Todo empezó hace unos años, de manera muy natural, cuando Marlen Estévez tuvo la idea de conectar a mujeres dentro del del arbitraje, creando así, una asociación de mujeres en ese nicho para ayudarse unas a otras, ya que Estévez reconoce que “es un sector muy masculino”. La idea fue un éxito, pero se le quedaba corta y empezó a pensar que estaban perdiendo muchas oportunidades y mucho talento.
Fue entonces cuando se le ocurrió conectar a mujeres de una forma mucho más transversal, dentro del sector jurídico, pero a todos los niveles, no solo en el arbitraje.
“Siempre he creído que cuando tú conectas y presentas a gente estupenda, el resultado solo puede ser estupendo”
Marlen Estévez reconoce haber tenido la suerte, a lo largo de su carrera, de conocer a mujeres maravillosas, no solo abogadas, sino también procuradoras, notarias, registradoras, juezas, gente del mundo de la comunicación especializada en el sector jurídico, y tenía la ilusión de poder presentarlas.
Así, el proyecto nació en una primera comida en el Hotel Eurobuilding a la que fue la Presidenta General de la Abogacía, Victoria Ortega, quien ha sido una de las grandes impulsoras también de esta iniciativa. El objetivo es ayudarse unas a otras, conseguir visibilidad y estar conectadas. Su perspectiva es transversal, positiva y de suma.
Juntas sumamos más, juntas multiplicamos
Trabajan desde varios enfoques: Por una parte un enfoque muy senior, con mujeres muy consolidadas, desde un enfoque ejecutivo con mujeres del día a día que todavía están desarrollando sus carreras y desde una perspectiva de la juventud, de mujeres que están terminando sus estudios y están empezando sus carreras. Estos tres enfoques intergeneracionales unidos a ese enfoque transversal es lo más innovador y su aporte más especial a la sociedad.
Desde la Asociación defienden que tiene que haber más mujeres consejeras, pero especialmente, mujeres juristas. No obstante, Marlen Estévez es consciente de que el techo de cristal en el sector jurídico va a durar. “Ya no es un techo de cristal, es un techo de cemento. Esto es una responsabilidad de todos, hombres y mujeres. Queda trabajo por hacer a nivel educacional, a nivel cultural con el tema de los sesgos y a nivel organizacional, porque se sigue produciendo una pérdida de talento femenino. Se está trabajando en ello para saber cuáles son los motivos y se está haciendo una labor muy específica en visibilizar y empoderar a todo el talento femenino, y creemos que esto, tarde o temprano, dará sus frutos.
A corto plazo, desde Women in a Legal World, esperan conseguir que la sociedad sea consciente de todo el talento femenino que tiene el país en este sector y conseguir así, que hubiera más mujeres en puestos directivos. Su objetivo es que cada año se consiga un avance y que haya más mujeres que empiecen a legislar. “Ojalá tengamos la perspectiva de las mujeres, porque al final las leyes tienen que tener ambas perspectivas, la masculina y la femenina”.
Formación continua
La formación continua es necesaria en cualquier sector. En el caso de la abogacía, cada año es más habitual que los abogados se decanten por estudiar un MBA para tener una visión de negocio. Según palabras de Marlen Estévez, “Un MBA es fundamental por muchas cosas. Al final lo que se espera de las firmas y de los abogados es una visión 360, es decir, un asesoramiento integral. Es muy complicado que puedas hacer ese tipo de asesoramiento si no sabes interpretar un balance, si no sabes interpretar un plan de marketing… y todo esto te lo facilita un MBA. La formación evoluciona con la sociedad y creo que tenemos que estar formándonos constantemente”.
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De hecho, uno de los retos a los que se enfrenta el sector jurídico en los próximos años es el tecnológico. Ya no es solo la digitalización, sino el ser capaz de hacer suyas todas las herramientas que a día de hoy están a nuestra disposición. Desde la Inteligencia Artificial, el Blockchain, y muchas otras que van a facilitar la vida, tanto de los clientes como de los propios abogados. “Los despachos también tenemos que estar atentos a los nuevos desarrollos que se están produciendo para poder adaptarnos porque si no nos quedaremos fuera”.
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