Fecha límite 28 de Febrero. A este día se aferra el Gobierno griego como tabla de salvación frente a una Unión Europea que pretende seguir tendiendo la mano, pero no a cualquier precio. La principal pregunta que los analistas y expertos económicos se hacen es ¿hasta cuándo durará la testarudez política de Tsipras y los suyos?

Tras la cumbre celebrada por el eurogrupo esta semana (la primera a la que asiste Varoufakis con su recién estrenada cartera de economía), las diferentes personalidades estuvieron de acuerdo en que no habían llegado a acuerdo alguno. Según confirmaron las fuentes asistentes a la cumbre, los representantes helenos, fieles a Tsipras, se remitieron a su argumentario político y aclararon que no están dispuestos a ceder un solo palmo de terreno en lo que respecta a las promesas electorales que han realizado. En otras palabras, el final del rescate es innegociable, por mucho que insistan desde Bruselas (y mayormente Alemania).

Mientras tanto, la Unión Europea recela del enroque de Varufakis. Algunos representantes de la UE no quisieron dejar pasar la oportunidad para recordar a los enviados de Syriza que los compromisos adquiridos por Ejecutivos anteriores, tienen igualmente validez. Así mismo, consideran que la supervivencia del país pendería de un hilo, pues de abandonar el rescate, Grecia se vería abocada al impago, incapaz de afrontar las deudas que tiene pendientes.

La idea de Varufakis y la de su comitiva era la de plantear la concesión de un crédito puente a su país, hasta que éste pudiera recuperarse y entonces comenzar a pagar las deudas contraídas.El eurogrupo se mostró muy reacio a aceptar esta segunda propuesta, siendo más partidario de alargar el rescate, al menos durante un semestre más. Mientras se debate acerca de si debería llamarse “rescate” o “crédito puente”, el propio Banco Central Europeo ha extendido la ayuda de emergencia a los bancos helenos, que ahora llegará hasta los 65.000 millones de euros.

Ahora que arrecia la tormenta mediática, el Gobierno ruso ha anunciado que consideraría una petición griega de ayuda financiera, para sorpresa de todos los implicados, en un giro de guión inesperado para esta intriga económico-política.

Lo cierto es que aunque las posturas parecen lejanas ahora mismo, hay previstas más reuniones de aquí al 28 de febrero, por lo que se prevé que se vayan despejando todas las dudas a medida que vaya acercándose la fecha.

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