Las nuevas ideas aparecen de manera espontánea. No todo el mundo es creativo. Todas las buenas ideas ya están creadas. ¡Error! Estos son algunos de los mitos que Luisa Martínez Muneta se encargó de desmontar en la Open Class virtual y gratuita que la Escuela de Negocios de la UEMC organizó para todos aquellos en busca del pensamiento creativo. Te lo contamos.

El martes 15 de marzo, la Escuela de Negocios de la UEMC organizó una Open Class virtual y gratuita sobre creatividad en la empresa y design thinking. Luisa Martínez Muneta, doctora en ingeniería industrial gráfica, profesora universitaria con más de 20 años de experiencia y siete libros publicados, proporcionó claves, consejos y técnicas para el desarrollo de ideas nuevas y creativas. Mediante pequeños y entretenidos ejercicios, la ponente demostró que todo el mundo es creativo y que alcanzar este tipo de pensamiento es cuestión de práctica y hábito.

Creatividad: habilidad requerida

Luisa Martínez comenzó la open class dando una visión general y actual de la creatividad. Actualmente nos encontramos en la que se ha venido a denominar la cuarta revolución industrial, es decir, un cambio en el paradigma y los procesos productivos debido al desarrollo de nuevas tecnologías, entre las que podrían incluirse la telefonía, internet, la robótica, etc. Paralelamente, los productos europeos han perdido valor añadido desde 1991 hasta este momento. Distintas iniciativas a nivel comunitario, como Industry 4.0, o a nivel nacional, como Industria Conectada 4.0, buscan promover la diferenciación de los productos mediante las nuevas tecnologías.

Para alcanzar esta meta, ser creativo será una cualidad necesaria entre los profesionales del futuro. En 2015, la creatividad ocupaba el décimo puesto en la lista de habilidades más demandadas por las empresas a la hora de contratar a un candidato. Se prevé que para 2020, pase a ocupar el tercer lugar. Afortunadamente, como bien indicó la ponente, la creatividad es una habilidad que cualquiera puede desarrollar.

Pero, ¿qué es? Las diversas definiciones del concepto apuntan a que se trata de la resolución de problemas o situaciones de forma nueva y original. Se trata de generar nuevas oportunidades de manera imaginativa. Por lo tanto, la creatividad está directamente relacionada con estos factores:

• Imaginación: existen distintas formas de alcanzar una misma solución. Para ejemplificarlo, Martínez proponía un sencillo ejercicio: 5+5=10, pero también lo es 2×5, o 14-4.
• Conocimiento: a mayor conocimiento de las distintas parcelas del saber, mayores posibilidades de encontrar soluciones. La creatividad también surge de las conexiones y combinaciones de dichos conocimientos.
• Actitud: la motivación para resolver un problema es un ingrediente fundamental para encontrar la solución.
• Hábitat: el lugar en el que se desarrollan las ideas también es importante. Una oficina fría e inerte dificultará el pensamiento creativo. En contraposición, la ponente mencionó el ya conocido caso de las oficinas de Google.
• Recursos: contar con los medios adecuados facilitará el poder encontrar soluciones innovadoras y creativas.
• Cultura: dependiendo del nivel cultural y formativo el individuo desarrollará ideas diversas.

La creatividad sin valor no sirve

¿Cuántos usos puede tener un clip? Esta pregunta es la que lanzó Luisa Martínez a los asistentes a la open class. Tras unos minutos, la ponente preguntó tanto por el número de soluciones encontradas como por la aplicación de esos usos. Con esto demostró que la creatividad cuenta con tres indicadores fundamentales:

• La cuota: el número de soluciones encontradas a un problema.
• Originalidad: frecuencia de aparición de una misma solución. Cuantas más veces se dé una misma respuesta, menos original será.
• Valor: relación entre beneficios y costes de aplicar la solución hallada.

Por lo tanto, si la idea es muy original pero carece de valor aplicable, no será una solución viable y por lo tanto es recomendable descartarla. Si por el contrario, la idea tiene mucho valor pero es poco original, nos encontraremos ante una visión pragmática del problema. La clave está en encontrar la justa medida entre originalidad y valor.

La ponente insistió en que las personas creativas son curiosas, inquietas, hacen preguntas y cuentan con abundantes lazos sociales. Así, para desarrollar una idea creativa siguen los siguientes pasos: cuestionan el problema, observan, experimentan y lo comprueban o testean en sus círculos sociales. Después asocian y combinan conocimientos para terminar encontrando una solución adecuada.

Cuestión de hábito y práctica

Pero todos estos conceptos servirían de poco si no tuviesen una aplicación práctica. Por ello, Luisa Martínez analizó una serie de técnicas y herramientas, basadas en los principios fundamentales de la creatividad, que pueden ejecutarse en cualquier momento:

1. Generar ideas y búsqueda de alternativas: Para encontrar soluciones innovadoras, se puede hacer:
   • Brainstorming: Una lluvia de ideas en la que prima la cantidad sobre la calidad. Se ha de ser visual, no juzgar las propuestas, no salirse del tema y fomentar las ideas salvajes.
   • Brainwriting: 6x3x5. 6 personas proponen 3 ideas en 5 minutos. La primera persona propone 3 ideas y la siguiente persona propone otras 3 ideas relacionadas con las anteriores. Todo ello en cinco minutos.
2. Fraccionamiento: atacar el problema por partes puede ser más efectivo que abordar el total. Para encontrar soluciones creativas, se puede eliminar un fragmento del problema pero mantener la función. Por ejemplo, ¿cómo crear un coche que siga siendo coche pero que carezca de ruedas? Para aplicar esto, se puede usar la técnica de la flor de loto, es decir, concebir las ideas como un árbol ramificado. Cada idea central está compuesta de 8 ideas más pequeñas.

   

3. Asociación: la combinación y conexión de elementos diversos dará lugar a creativas ideas. La técnica del estímulo al azar puede dar grandes resultados. De esta forma se conectan dos palabras o conceptos que no tengan nada qué ver entre sí, y se busca una solución que incluya ambas, como por ejemplo, “gimnasio” y “excavadora”.
4. Analogías: entender algo en términos de otra cosa. Es decir, comparar los problemas y soluciones con otras cuestiones o situaciones para buscar ideas relacionadas.
5. Provocación: consiste en la radicalización del problema a través de distintos métodos:
   • Inversión: darle la vuelta a la situación.
   • Exageración: llevar al extremo los componentes del problema, como las dimensiones, el tiempo, el coste, etc.
   • Idealización: pensar en la solución ideal y buscar los caminos que nos lleven hasta ella.
   • Reordenación: combinar los elementos de forma inusual o imposible y analizar los resultados.

Tras todo esto, Luisa Martínez concluyó que todo el mundo puede ser creativo y que existen una serie de mitos, como que la creatividad es espontánea, que son inciertos. La ponente invitó a las decenas de asistentes a pensar fuera de la caja, a abandonar los patrones de pensamiento y, en definitiva, a perder el miedo. En todo fracaso hay acierto, pues se descubre qué es lo que no funciona, para seguir buscando soluciones creativas. El consejo de Martínez es hacer de la creatividad una práctica y un hábito.

¿Qué te pareció la Open Class sobre creatividad? No olvides dejar tu opinión y recuerda que podrás asistir a la siguiente Open Class virtual y gratuita organizada por la Escuela de Negocios de la UEMC sobre Hábitos Directivos: Delegación y Desarrollo con Sergio Cardona Patau el próximo jueves 31 de marzo. ¡Te esperamos!