EL INMOVILIZADO: CATEGORÍAS Y MÉTODOS DE AMORTIZACIÓN

El activo no corriente lo integran elementos patrimoniales cuya naturaleza es bienes tangibles, intangibles o inversiones financieras que permanecen en la empresa de forma permanente. Deben cumplir 3 condiciones:
- Constituir un bien o un derecho de la empresa.
- Que la empresa los posea para su uso en el proceso productivo, para la generación de bienes y/o servicios, para su arrendamiento a terceros, para soporte de su actividad, o para la generación de una rentabilidad financiera.
- Que su vida útil supere un ejercicio o el ciclo de explotación de la empresa.
Tipos de Activo inmovilizado
También se le denomina activo inmovilizado, fijo o a largo plazo, para diferenciarlo del activo corriente o circulante. El inmovilizado se puede clasificar en cuatro grandes categorías:
- Inmovilizaciones intangibles: son activos no monetarios sin apariencia física susceptibles de valoración económica. Por ejemplo: Gastos de I+D, Concesiones administrativas, Propiedad industrial, Fondo de comercio, Derechos de traspaso, Aplicaciones informáticas. A efectos de la amortización, los podemos dividir en activos de vida útil definida (amortizables) y de vida útil indefinida (no amortizables).
- Inmovilizaciones materiales: lo integran los elementos patrimoniales de activo tangible, muebles o inmuebles, cuya utilización es permanente en la empresa. Puede encontrarse en diferentes situaciones que deben ser diferenciadas contablemente (en curso de fabricación, en condiciones de uso, en venta, anticipos).
- Inversiones inmobiliarias: inmuebles (locales, naves, edificios, terrenos), que la empresa posee y no utiliza en su proceso productivo o en la administración, sino para obtener rentabilidad vía alquileres o plusvalías.
- Inversiones financieras o inmovilizado financiero: instrumentos financieros (acciones, bonos, préstamos a otras empresas), que la empresa adquiere con la intención de conservar más de un año.
Las tres primeras categorías son susceptibles de amortización contable, que refleja la pérdida sistemática y continuada de valor de los activos. Las reglas de cálculo de las amortizaciones son:
- La base de cálculo la integran el coste (precio de adquisición o coste de producción), menos el valor residual.
- Hay que separar el valor del suelo y del vuelo, ya que el primero no es amortizable.
- El período de tiempo será la vida útil del bien.
- El valor neto contable de un inmovilizado es el coste histórico menos las amortizaciones, provisiones y correcciones de valor asociadas.
Sistemas de amortización
En cuanto a la forma de cálculo, la única imposición es que se determine en función de una efectiva depreciación. Entre los sistemas de amortización que se pueden utilizar están:
- Amortización lineal o constante.
- Amortización regresiva (por números dígitos o por % constante sobre el Valor Contable).
- Amortización progresiva.
- Amortización técnica o funcional: en función del uso efectivo o la producción realizada.
En el vídeo veremos su cálculo con un ejemplo: tenemos una maquinaria cuya vida útil es de cuatro años y su valor de adquisición ha sido de 1.000 € y un valor residual de 0 €. Asimismo, el número de unidades que producirá será de 9.000; 4.000 el primer año, 2.800 el segundo, 1.400 el tercero y 800 el cuarto. La cuota constante para la amortización regresiva es del 50%.
Artículo y vídeo elaborado por Sergio García, colaborador de la Escuela de Negocios en el área de Asesoría.
Artículos Relacionados: