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APPs COLABORATIVAS: ¿GANAMOS TODOS?

aplicaciones colaborativas enydProbablemente hayas viajado alguna vez en Blablacar, o hayas cenado en casa de un desconocido gracias a Eatwith, o hayas dormido en el sofá de otra persona con Couchsurfing. Entonces estarás al tanto de lo qué es la economía colaborativa. Pero quizá no tengas tan claro dónde o quién se queda el dinero.

El creciente desarrollo tecnológico combinado con la actual situación económica y el ingenio innato al ser humano ha dado lugar a la expansión de aplicaciones colaborativas. Éstas tienen como objetivo principal la reducción de gastos para los usuarios mediante la compartición de los mismos evitando intermediarios.

Estas nuevas aplicaciones han traído de vuelta una faceta económica desaparecida en las sociedades modernas: la colaboración. La renovación del trueque amenaza el mercado actual y se aprovecha de las enormes redes de relaciones que los individuos han construido gracias a internet y las redes sociales. La economía colaborativa, o peer-to-peer economy, ha transformado la compra-venta de productos y servicios en una relación de doble sentido. En principio, todos ganamos… ¿o no?

La mayoría de estas aplicaciones surgieron como pequeñas startups en busca de un hueco en el mercado. Sin embargo, a medida que su número de usuarios crece, en algunos casos exponencialmente, es necesario buscar nuevos métodos de financiación que, incluso, pueden llegar a obligar a cambiar la forma de negocio. Esta es una de las polémicas en las que se ha visto envuelta Blablacar, quién ha implantado un nuevo sistema de gastos de gestión obteniendo así un porcentaje de los costes transaccionales.

Esto evidencia la necesidad de buscar formas de financiación, pero al mismo tiempo suscita una pregunta: ¿cómo se monetizan este tipo de servicios compartidos? Por ejemplo, BlaBlaCar monetiza el acceso por parte del conductor a los datos del pasajero. Por su parte, Uber cobra un 20% de comisión por trayecto, al igual que EatWith se queda con el 15%. A pesar del descontento de algunos de sus usuarios, como empresa, estas apps colaborativas deben buscar fuentes de financiación que permitan seguir ofreciendo precios bajos y asequibles frente a otros intermediarios.

Forbes calcula que esta nueva forma de negocio mueve en torno a 2500 y 3500 millones de euros al año. Los distintos sectores económicos como los transportes, las reservas hoteleras o la restauración, que se han visto afectadas por apps como Uber, Air Bnb, o EatWith, exigen una mayor regulación sobre este tipo de intermediarios. Dichos sectores alegan que hay muchos puestos de trabajo en juego, y no comulgan con que los monopolios parcelados estén abiertos a la libre competencia.

Además de las cuestiones económicas que plantean este nuevo tipo de servicios, surgen otras como el de la garantía en caso de accidente o la devolución en compras. Todavía hay muchas cuestiones que resolver respecto a las aplicaciones colaborativas. No hay duda de que es un nuevo cambio en el consumo, pero, ¿es un nuevo modelo de negocio?

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