Hace tiempo que Inditex dejó de centrarse únicamente en España y abrió las fronteras para trasladarse a mercados tan importantes como Estados Unidos o China. El proceso de internacionalización y expansión de Zara parece no conocer límites, pero ¿cómo lo han conseguido?

A finales del mes de octubre, la reconocida marca de ropa fundada por Amancio Ortega, abrirá en el World Trade Center de Nueva York la que ya es su octava tienda en la gran ciudad. Se trata de una megatienda con 2.800 m², más pequeña que la que también pretende abrir en el SoHo, de 4.400 m². La firma de Amancio Ortega cuenta actualmente con 6.683 tiendas presentes en 88 países distintos, frente a hace treinta años cuando únicamente operaba en el territorio español.

Su expansión en China y EEUU, y ahora con vistas a Rusia, se asienta en un fenómeno económico de los últimos años. El crecimiento y asentamiento de la clase media, con un incipiente gusto por la moda. Esto, sumado a precios asequibles y una sólida calidad del producto, han dado como resultado que Zara se sitúe en el número 30 en el ranking mundial de las 100 mejores marcas y en segundo lugar en cuanto a marcas de moda.

La cúpula directiva de Inditex afirma que el éxito de su expansión se asienta en valores, marcados por el fundador, como el inconformismo, la ambición y la profunda orientación comercial. Pero sobre todo, en seguir gestionando la marca y la organización como si fuera una pequeña empresa sin olvidar que, en realidad, se trata de una gran compañía.

Su filosofía es la de competir allí donde lo hacen los mejores y alcanzar tanto la expansión geográfica como la de formatos de productos. Se apoyan en cuatro pilares fundamentales. La combinación de tiendas físicas y online como captadoras de información para descubrir qué es lo que el cliente reclama. El diseño y la investigación para desarrollar sus productos. Unos proveedores muy integrados en la empresa, lo que permite mayor movilidad y agilidad para reaccionar ante imprevistos. Y por último, un plan de logística eficiente para poner rápidamente el producto en la calle.

Además de EEUU y China, dónde actualmente se ha frenado la expansión, Zara tiene el ojo puesto en Rusia. La internacionalización de la abanderada de Inditex se lleva a cabo mediante la apertura de macrotiendas en lugares emblemáticos en las grandes ciudades mundiales, y la combinación con las ventas online. Shangai, Moscú, Nueva York y Madrid ya cuentan con el logotipo de Zara en el centro urbano.

Gracias a esto, Zara cerró el ejercicio de 2014 con un beneficio de 2.500 millones de euros y un crecimiento del 8% en ventas. Las cifras hacen una valoración positiva de todos los formatos comerciales y áreas. Entre el 1 de febrero y el 31 de julio de este mismo año, Zara alcanzó un beneficio de 1.606 millones de euros. Esto se debe, por un lado, a la recuperación económica de España que ha hecho crecer las ventas, y por otro, a la debilidad del euro que ha provocado la expansión fuera de la eurozona.

El caso de Zara es extrapolable, salvando las distancias, a cualquier pyme o startup que quiera lanzarse a la conquista del mercado extranjero. Unos buenos valores y una gestión adecuada pueden llevar muy lejos a tu empresa.