Decimos que existe efecto de red cuando la demanda de un negocio depende del número de usuarios o clientes que ya tiene.

Este modelo de negocio ha cobrado una importancia creciente con el desarrollo negocios alimentados por la red, ya sean aplicaciones móviles, redes sociales etc., Estos productos se caracterizan porque es el número de usuarios lo que les da valor de verdad, por encima incluso de las características del producto.

Si utilizamos el ejemplo de las app de mensajería gratuita a partir de Internet ( Whatsapp, LINE….) existen multitud de aplicaciones que realizan funciones similares, pero precisamente el éxito de la más conocida y utilizada, Whatsapp, radica en el efecto de red. Fue la primera en establecerse y conseguir una masa crítica de usuarios y, gracias al efecto de red, actualmente es muy difícil que otra aplicación la supere, ¿por qué? Porque Whatsapp es utilizada por millones de usuarios. La mayor parte de las personas que conocemos se comunica a través de Whatssap lo que significa que si quieres comunicarte con tus contactos debes utilizar la misma aplicación que ellos, acabarás usando Whatsapp. No emplearás otra aunque sus características,rapidez, iconos etc. sean mejores porque tus contactos si tus contactos no la usan.

El efecto de red puede tener tanta fuerza que por ejemplo Whatsapp, lleva tiempo cobrando una pequeña anualidad a sus usuarios y, a pesar de existir app. gratuitas de características similares, los usuarios de esta siguen aumentando ya que prefieren pagar y seguir disfrutando de la misma app que tienen sus contactos.

Este efecto de red también es muy común en las redes sociales. El principal valor de Facebook, y el principal factor de demanda, es el alto número de usuarios que tiene. Los nuevos usuarios saben que es esa y no otra la red social donde están todos sus amigos y quieren formar parte de ella.

Otros ejemplos son los videojuegos en streaming o las videoconsolas donde los jugadores han de tener el mismo videojuego o consola que las personas contra las que quieren jugar.

Artículo de Luis Miguel Garrote Pontones.