En ocasiones anteriores, hemos hablado acerca de los beneficios derivados de la mudanza del mundo físico al digital para los comercios. El consumidor de hoy vive apegado a los unos y ceros, un contexto en el cual puede comprar sin quitarse las zapatillas de andar por casa. El número de adeptos al eCommerce no deja de crecer (España es el cuarto país europeo que más gasta en compras por Internet) y por este motivo, los negocios se han visto obligados a adaptarse a los tiempos que corren.

Sin embargo, en lo que respecta a Internet, no hay nada escrito en piedra. Resulta que hay quién habitando en la ciberesfera, decide trasladarse al mundo físico. Y no hablamos de pymes y emprendedores precisamente; grandes corporaciones como Google o Amazon, están estudiando la posibilidad de abrir tiendas a pie de calle (de hecho, Amazon está valorando la compra de unos terrenos en El Prat para construir su gran centro logístico para España y el Mediterráneo, y está a punto de lanzar una red de 1200 tiendas físicas para la recogida de los pedidos encargados vía online), y otras como Angry Birds ya montaron comercios offline a raíz de su tremendo éxito digital.

Pero, ¿por qué lo hacen? Vamos a tratar de explicarlo en los siguientes puntos:

– Trato personal: una atención humana, atenta y diligente, sigue siendo motivo de peso en la elección del consumidor en sus decisiones de compra. El entorno online elimina al intermediario, aunque ha intentado paliar tal cambio con algunas soluciones (chat en línea, correo electrónico, número de teléfono), éstas distan de ser tan eficaces como lo son en las tiendas offline. Como no podía ser de otra manera, también es algo que deben de tener en cuenta las empresas.

– Marketing: desarrollar una tienda offline implica elegir un espacio e imprimirle un diseño, que automáticamente pasa a formar parte de la imagen corporativa. Sucursales y comercios hablan también de la empresa, y es otro aspecto más que éstas tienen en cuenta de cara a las ventas. Una buena decoración, una arquitectura imponente…todo influye en la decisión de compra del consumidor. Esta dimensión “tangible” supone un auténtico activo para cualquier negocio, una ventaja estratégica no disponible en la infraestructura Web.

– Realismo: El online está muy bien, pero la realidad es muy diferente; Internet significa incertidumbre para gran parte de los consumidores. Existe además, cierto temor por su parte a la pérdida del anonimato, y no son pocos los que sienten que sus datos personales quedan expuestos al comprar online, a pesar de los mecanismos de seguridad existentes en la Red. Por ello, muchos siguen confiando en el comercio físico para realizar sus compras, pues ven resueltas sus dudas con mayor eficacia. Sin duda, esto es un factor importante de cara a la apertura de tiendas físicas.