Eliges bien el traje, inspeccionas que no haya arruga capaz de resistirse a la plancha, seleccionas la camisa, y tal vez la corbata, que mejor te quedan. Una vez más te miras frente al espejo buscando algún error o detalle fuera de lugar. Te vuelves a peinar y te echas colonia.

De nuevo frente al espejo observas tu imagen y obtiene el aprobado. Todo este trabajo para causar una buena primera impresión. Es por todos conocido, y avalado por numerosos estudios, que la primera impresión es esencial porque es el primer juicio de valor que nos canjeará contactos. Pero, ¿has pensado alguna vez que todo ese trabajo puede caer en saco roto?

Sí, por muy bien que puedas ir vestido y por muy buena impresión que ocasiones si tu tarjeta no surte el mismo efecto el trabajo habrá sido en vano. Piénsalo bien. Te presentas y entregas tu tarjeta ¿y ella?, ¿no tiene ella que causar también una buena impresión? Si nuestro objetivo es evitar que vaya a parar junto al montón que forman el resto de tarjetas de otras personas la nuestra también tiene que generar una buena primera impresión. ¿La mejor estrategia? La creatividad.

La tarjeta de presentación es una extensión más de tu imagen personal. Habla de ti, de cómo eres. Una de las reglas de venta es que es mejor que el cliente viva la experiencia en lugar de decírsela nosotros. Sucede lo mismo con las tarjetas de presentación. No es lo mismo venderle a un futuro contacto o cliente que eres creativo a darle una tarjeta fuera de lo común que demuestra sin que tú tengas que decirle nada que eres creativo. Una tarjeta con un diseño elegante habla de que tú también eres elegante.

Como un currículum, página web, presentación,…. La tarjeta de presentación cuenta con unas normas de diseño vamos a verlas para conocer de qué hablamos cuando hablamos de creatividad e impacto en las tarjetas de presentación:

–Logotipo vs presentación: hay que tener claro qué queremos destacar. Igual que una página web no pueden destacar todos los elementos por igual pues se causa el efecto de confusión y saturación de información en la tarjeta igual. Hay que guiar la atención de nuestro observador. ¿Qué queremos que sea lo primero en que se fije?, ¿el nombre, el logotipo, el diseño? Con el diseño le estamos contando cómo somos sin necesidad de palabras, con el logotipo damos prioridad a que conozcan nuestra empresa y con el nombre consideramos que lo prioritario es que conozcan nuestro nombre y que luego nosotros generaremos el impacto suficiente para que no se olvide de él. Así que lo primero es preguntarse: ¿cuál va a ser tu estrategia?

–Concordancia: ¿Cuál es tu área? El diseño de tu tarjeta debería ir acorde al del área de tu empresa o profesión. Por ejemplo, Annalisa Vargin. Annalisa es una enfermera particular cuya tarjeta de presentación parece una tirita real. Otro caso que sirve como un ejemplo claro de concordancia es el mercado municipal de Curitiba que ofrece un elegante rayador de quesos del tamaño de una tarjeta y en el cual están grabados su la dirección, logotipo y nombre del mercado.

–Lo ves o no lo ves: la creatividad no es incompatible con la legibilidad. Impactante sí, pero legible. Ese debe ser nuestro lema. Debemos vigilar que el color de las letras y logotipo de nuestra tarjeta sea visible. Deberemos procurar no mezclar colores de fondo como rojo con rosa, letras amarillas sobre fondo blanco, o azul marino de fondo y los caracteres verdes,… La tipografía, tamaño y grosor de las letras también debe ser observado con cuidado. La Times New Roman es una clásica demasiado utilizada que no generará ningún impacto. Sin embargo, una estilo BatmanForever sólo será factible para aquellas empresas dedicas al sector del cómic.

–¿Cuál es tu layout?: el layout, la plantilla de diseño, es un elemento que en ocasiones pasa desapercibido, pero que debe es esencial. ¿Qué tamaño queremos que tenga nuestra tarjeta?, ¿queremos que entre en el bolsillo, la cartera o, sin embargo, nos interesa que sea más grande? En general se eligen las medidas estándar de 3.5 pulgadas por 2 pulgadas (8 cm x 5 cm) o un tamaño mayor, mas en pocas ocasiones uno menor. EL menor puede ser interesante para causar impacto dado su rareza, pero tendremos menos espacio para los elementos que queramos introducir y nos arriesgamos a que la pierda.

–Esencia y sencillez: no hace falta rellenar la tarjeta de datos, elementos como logotipo, imágenes, elementos gráficos,… lo esencial es capturar la esencial de tu sector y del mensaje que quieres transmitir. Por ejemplo, un somelier cuya tarjeta de presentación blanca completamente, son su nombre y datos y el círculo incompleto de vino hecho con la base de una copa. Otro ejemplo es un entrenador de perros cuya tarjeta de visita era una galleta de perro con forma de hueso en la que estaba marcada en marrón oscuro su nombre, profesión y número de teléfono. Simple, sencilla y efectiva.

Esperamos que los consejos os sean útiles y os dejamos el enlace ha dos páginas en las que os mostrarán en imágenes las tarjetas de presentación que más destacan por su creatividad:

http://bit.ly/1hWV85c

http://bit.ly/1jA7fp2

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